La Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Puerto Real nace en 2008 gracias al empeño infatigable del Dr. Antonio Vergara y su convencimiento de que los pacientes con patología infecciosa se beneficiarían de una atención especializada.
Las enfermedades infecciosas han convivido con el ser humano desde el principio de los tiempos, constituyendo sin duda la primera causa de mortalidad en nuestra especie. A pesar de que el desarrollo científico del último siglo nos ha permitido controlar e incluso a veces erradicar muchas de las enfermedades infecciosas que nos amenazan, la historia nos demuestra una y otra vez que no podemos bajar la guardia.
Por desgracia, vivimos en estos días un claro ejemplo de esta afirmación, como demuestra la pandemia que afecta globalmente al planeta desde inicios de 2020. Siempre habrá microorganismos capaces de evitar los mecanismos de defensa del huésped o de desarrollar resistencias a los fármacos que empleamos contra ellos.
Basta revisar las noticias de los últimos meses para ver como reemergen patógenos que creíamos controlados (Ébola, Crimea-Congo, West Nile), aparecen nuevos patógenos capaces de generar pandemias de consecuencias devastadoras (Zika, SARSCov-2) y otros patógenos mantienen una estabilidad epidemiológica durante años a pesar de los esfuerzos por su erradicación (como la tuberculosis o el VIH).
Sin embargo, los que hemos tenido el privilegio de poder desarrollar nuestra actividad profesional en el campo de las enfermedades infecciosa, vemos en los retos un estímulo permanente a la actualización de conocimientos, generando un afán investigador que define al infectologo. Y los retos actuales de las enfermedades infecciosas son inmensos. Permítanme que señale algunos de ellos:
Todos estos inmensos retos exigen una organización, una gestión y unos profesionales excelentes y creo firmemente que las Unidades de Enfermedades Infecciosas deben ser una pieza clave en este proceso. Por suerte o por desgracia, nos toca un papel protagonista en la Medicina del siglo XXI, como ya lo fueron antecesores nuestros hace muchos años.